Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad infantil es “uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo”.

Los niños con probelas de obesidad infantil suelen arrastrar este tipo problema hasta su edad adulta. Convirtiéndose en adultos obesos o con sobrepeso, lo que afecta seriamente a su estado de salud. Entre las consecuencias más graves está el aumento de las probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas se pueden prevenir. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil. Uno de los factores que influyen en evitar o solucionar los probelmas de peso graves son la alimentación y el ejercicio físico.

Las recomendaciones para afrontar lo que se ha convertido en una de las epidemias infantiles de este siglo son:

  • aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos;
  • reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas;
  • reducir la ingesta de azúcares, y
  • mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas. Para controlar el peso puede ser necesaria una mayor actividad física.

En lo referente a la actividad física, ésta debe estar dirigida por profesionales y adaptada a la edad y las capacidades psicomotrices el niño para que se adecúen a él y sean beneficiosas, además de divertidas, de modo que generen no solo resultados sino una asociación de recuerdos positivos que generen hábitos de cara al futuro adulto en el que se convertirá.